Aún me entretiene la psicosis de la hormiga, tanto chocar las antenas en vano debe equivaler a delirio, y en su locura, cargar 100 veces su peso debe ser parte de alucinar. Y es que pocos son los que tienen más problemas con la cigarra que con el cigarro, pocos son los que necesitan macrofotografía para ver su corazón. Son hoyos en el suelo, grietas en los zócalos, migas cerca a las hojas.
Son tan pequeñas y peregrinan bajo el sol sin búsqueda de perdón. Están desconectadas, absueltas de más, de menos, absueltas de toda preocupación, pero encadenadas a una. Un millón de hermanas y una sola. No hay que padecer, no hay interno en cama, todos están fuera, de pie, celebrando el canto, frente a la pared y detrás de ella, saliéndose del marco y chorreándose por los pasillos de la galería.
La mejor obra es sobrar espacio para una nueva. Encerrar al médico, darle una bicicleta al paciente.
Son tan pequeñas y peregrinan bajo el sol sin búsqueda de perdón. Están desconectadas, absueltas de más, de menos, absueltas de toda preocupación, pero encadenadas a una. Un millón de hermanas y una sola. No hay que padecer, no hay interno en cama, todos están fuera, de pie, celebrando el canto, frente a la pared y detrás de ella, saliéndose del marco y chorreándose por los pasillos de la galería.
La mejor obra es sobrar espacio para una nueva. Encerrar al médico, darle una bicicleta al paciente.